Cada que inicia un año nuevo es común que uno de los propósitos sea iniciar una cuenta de ahorro. Pero conforme transcurren los meses, estas metas se van quedando atrás y parece más difícil conseguir ese objetivo inicial.
Lo primero a considerar es el presupuesto real basado en los ingresos y gastos de cada mes; así asignar un porcentaje del mismo para el ahorro. También es importante establecer metas claras, medibles y alcanzables para lograr el objetivo. Se recomienda asignar prioridades y dar relevancia a lo que realmente merece una inversión, y lo qué será mejor esperar para comprar en otra ocasión.
Define tu meta
Lo importante para lograr un ahorro a largo plazo es definir cuál será la meta o el destino de ese dinero. Puede ser para un auto nuevo, una casa, prepararte para la jubilación o incluso la universidad de tus hijos. Además, se debe establecer una fecha para determinada meta para tener una visión clara de a dónde se quiere llegar. También puedes asignar un monto de ahorros para imprevistos y estar preparado para todo.
Opciones de inversión
Para lograr con mayor facilidad en tu meta de ahorro, recomendamos utilices otras opciones de de inversión. Un ejemplo es abrir una cuenta nueva en el banco destinada solo para ese objetivo. Existen también fondos de ahorro o inversión que, además de guardar tu dinero de forma segura, te dan una ganancia mientras más tiempo mantengas tu dinero ahí.
Para cualquier estrategia de inversión o ahorro que elijas, recuerda revisar constantemente tu progreso o consultar a un experto.
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