
Una de las coberturas fundamentales en el seguro de automóvil es el servicio de grúa. ¿El motivo? Que nunca se sabe cuándo vamos a necesitar trasladar nuestro coche si no arranca o no podemos conducirla tras un accidente.
Pero si los mecánicos no pueden solucionar el problema, habrá que remolcar el vehículo mediante una grúa hasta el taller más cercano. En caso de que el problema esté causado por una carga insuficiente de combustible la grúa llevará el automóvil a una gasolinera cercana o en llevar algunos galones de gasolina.
La aseguradora también nos enviará una grúa si nuestro coche ha volcado o se encuentra en algún tipo de terreno del que no puede salir, por ejemplo, el fango. Esto puede suceder si circulamos por el campo u otras vías no aptas. Este rescate puede incluir también la asistencia a personas, ya que si hemos volcado es probable que necesitemos atención médica para descartar daños mayores.
¿Cuándo podemos pedir una grúa?
Por otra parte, la compañía pondrá a nuestra disposición una grúa siempre que la pidamos, aunque no estemos de viaje. Uno de los casos más frecuentes es intentar arrancar nuestro coche y no conseguirlo; algo que puede suceder cuando está estacionado en nuestro garaje o en la calle. En estos casos, tendremos que ponernos en contacto con nuestra compañía para pedir una grúa que lo remolque al taller.
Tendremos que dar nuestro nombre para identificarnos como asegurados:
Dirección.
Matrícula del vehículo.
Marca y modelo.
Datos del tomador del seguro
Teléfono de contacto.
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